jueves, 26 de febrero de 2015

27 de Febrero 1989 "El Fin de un Comienzo"

"El Caracazo señaló un fin y un comienzo", destacó el Presidente Hugo Chávez, en referencia al estallido social del 27 de febrero de 1989, en un acto con motivo de la rebelión militar del 4 de febrero del 1992, en el que fueron asesinadas centenares de personas en protesta contra las medidas neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI), impuestas por el entonces Jefe de Estado, Carlos Andrés Pérez.

Las principales medidas anunciadas fueron:
  • Someterse a un programa bajo supervisión del Fondo Monetario Internacional con el fin de obtener aproximadamente 4500 millones de dólares en los 3 años siguientes.
  • Liberación de las tasas de interés activas y pasivas en todo el sistema financiero hasta un tope temporal fijado en alrededor del 30%.
  • Unificación cambiaría con la eliminación de la tasa de cambio preferencial.
  • Determinación de la tasa de cambio en el mercado libre de divisas y realización de todas las transacciones con el exterior a la nueva tasa flotante.
  • Liberación de los precios de todos los productos a excepción de 18 renglones de la cesta básica.
  • Anuncio del incremento no inmediato, sino gradual de las tarifas de servicios públicos como teléfono, agua potable, electricidad y gas doméstico.
  • Aumento anual en el mercado nacional durante 3 años de los precios de productos derivados del petróleo, con un primer aumento promedio del 100% en el precio de la gasolina.
  • Aumento inicial de las tarifas del transporte público en un 30%.
  • Aumento de sueldos en la administración pública central entre el 5 y el 30% e incremento del salario mínimo.
  • Eliminación progresiva de los aranceles a la importación.
  • Reducción del déficit fiscal a no más del 4% del producto territorial bruto.
  • Congelación de cargos en la administración pública.

Foto Archivo
A solo pocas semanas de asumir el gobierno Pérez, decide poner en práctica de manera inmediata el paquete de ajuste y de medidas económicas, financieras y fiscales. El 26 de febrero el ministerio de Energía y Minas anuncia el alza en 30% de los precios de la gasolina y el incremento de las tarifas del transporte público urbano e inter-urbano también en un 30% a partir del 27 de febrero, válido para los 3 meses siguientes, después de los cuales podrían aumentarse hasta el 100%.

Aunque a estos hechos se les conoce como El Caracazo, fue en Guarenas donde realmente comenzó la revuelta popular cuando los transportistas pretendieron realizar un aumento del 100% en el precio de los pasajes, a pesar de que sólo estaba permitido un incremento no mayor al 30%, lo que trajo como consecuencia que se caldearan los ánimos, atizados por la respuesta del que para ese entonces era el presidente del Concejo Municipal quien en presencia de quienes manifestaban su descontento, dio la orden a la policía de “echarle plomo a esa gente”.

En la ciudad de Caracas se activó el “Plan Ávila”, el cual confería al Ejército la custodia de la ciudad, permitiendoles el uso de armas de guerra al momento de contener las manifestaciones. Algunos manifestantes utilizaron armas de fuego para defenderse o atacar a los militares, pero las muertes de policías y militares son incomparables con las muertes de civiles.

Los caídos
Aunque las cifras oficiales reportan 300 muertos y más de un millar de heridos, algunos reportes extraoficiales hablan de 3500 personas fallecidas, esto sin incluir a la innumerable cantidad de personas que desaparecieron.

Foto: AVN
Según denuncian familiares de las víctimas y desaparecidos, miles de cadáveres se acumularon en los barrios, que luego eran recogidos por los militares y enterrados en fosas comunes. Miles de desaparecidos, cuyos familiares aún hoy están reclamando justicia. Puesto que no existen detenidos, ni acusados. Ni el entonces presidente, Carlos Andrés Pérez, ni su Ministro de Defensa Italo del Valle Alliegro, quien ejecutó la orden de reprimir al pueblo a como diera lugar.



Las consecuencias
Indudablemente lo más lamentable de El Caracazo fue la pérdida de vidas humanas, aun así, no hay que olvidar que como consecuencia de los actos de saqueo, destrucción y violencia que siguieron durante la suspensión de las garantías y la paralización del país, se produjo enormes pérdidas para los dueños de los locales comerciales y de los transportes urbanos.

De cierta forma, El Caracazo fue un movimiento en el que los ciudadanos de a pie quisieron tomar la justicia en sus manos ante la terrible situación de crisis económica que les agobiaba y las promesas incumplidas por una clase dirigente que no terminó de entender su rol dentro de un sistema democrático que debía velar por el beneficio del colectivo.

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